BASURA EN LA CALLE...

Hoy, salí temprano de casa, y tuve reunión tras reunión, así que no pude almorzar, por lo que para entretener a mis tripitas mientras esperaba que llegará la siguiente combi que me llevaría a la siguiente reunión, decidí comprarme un helado de paleta (de los de S/. 0.60 con palito), y como no había basurero cerca y el señor heladero había continuado su camino, decidí mantener en mi poder el palito del helado hasta encontrar un basurero en mi camino…


En mi búsqueda de basurero, llegó la combi, y en el camino se sentaron a mi lado 2 niñitas que entre juego y risas sacaron de su lonchera un par de mandarinas que empezaron a pelar con la obvia intención de comerlas… al terminar de pelarlas no sabían qué hacer con la cáscara de la fruta, y no tuvieron mayor ni mejor idea de empezar a “jugar” a ver cuál de las dos lanzaba la piel de la mandarina más lejos por la ventana del auto en movimiento, mientras yo sostenía indignada mi palito de helado y me daba vergüenza ajena por el colegio al que pertenecían las niñas pensaba para mis adentros “En esta era de la responsabilidad ecologica, cuidado del medio ambiente y del calentamiento global, en donde se están reforzando y vendiendo tanto en tantas campañas publicitarias la idea del “cuidado del medio ambiente” ¿Qué se les está enseñando a los niños en el colegio y dónde quedaron estas mismas campañas? (¿Sólo en cuidar el agua y plantar un árbol?) ¿O es que simplemente estas niñas no tienen conciencia y menos una conciencia ambiental?…


Aún perpleja y en la encrucijada de pensamientos internos, recordé inmediatamente que en una campaña de seguridad vial, descubrí que es falta peatonal con infracción y multa arrojar basura por la ventana de un automóvil (en movimiento o detenido y cualquiera sea su función, servicio público o privado), y antes de decidir a ciencia cierta y conscientemente que hacer o decir, ya les había dicho a las pequeñas: “Señoritas, es multa arrojar basura por la ventana” a lo que ambas se miraron una a la otra perplejas, se sonrojaron y dejaron de aventar cascara de mandarina por la ventana sin saber que más hacer…


Al bajar de la combi encontré un enorme basurero donde por fin pude botar el palito de la paleta… suspire y pensé “no sé si habre dejado alguna impresión en las niñas (sea positiva o negativa) sólo espero haber creado en alguna parte de sus inocentes corazones o pensamientos una pequeñísima parte de conciencia ecológica… sea o no que lo haya logrado, lo curioso de todo esto es que dudo mucho que las niñas de esta historia vuelvan a arrojar basura en la calle y menos arrojarla por la ventana de un auto en movimiento...

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